Este mayo se cumplen diez años desde las acampadas que se instalaron en las plazas de toda España protestando por la situación del país. Se les conoció como un movimiento de indignados y estaban unidos por diversas causas. Este nombre lo adoptaron del libro “Indignaos” de Stéphane Hessel que fue un referente del movimiento. Otra obra clave para entender el fenómeno fue la obra “Reacciona” de Jose Luís Sampedro. Ambos nonagenarios usaban el imperativo para dirigirse a los jóvenes y decirles lo que debían hacer. Pero no creo que les hiciera falta unos ideólogos porque motivos no nos faltaban para salir a la calle.