domingo, 17 de marzo de 2019

Y ahora estás en mi lista de promesas a olvidar



Sabía que entraba a mi blog porque veía en las estadísticas de la página que una persona de su localidad entraba a diario en mi página. Sabía que era ella, porque en mi página no entra ni Dios y la única persona que conocía de allí era ella.

Le tendí una trampa y escribí un post en el que me preguntaba dónde estaría ella. No tardó en contestar, habían pasado cinco años desde nuestro último contacto, y me dejó este mensaje en el blog: