No conozco a nadie que cuando vaya a
coger su portátil diga: “voy a coger mi HP”, tampoco a nadie que
llame a su ordenador “mi Packard bell”. De hecho tampoco conozco
a gente que cuando vaya a hacer una foto con su teléfono diga “os
hago una foto con el Nokia”. Sin embargo, todo cambia cuando
hablamos de los productos de Apple. Los usuarios glorifican la marca
y llaman a su portátil “El mac” y a su teléfono “su Iphone”.
Steve Jobs ha tenido el mérito de hacer que la gente deje de llamar
al pan pan y al vino vino para inventarse nombres nuevos a productos
que ya existían.