martes, 27 de abril de 2021

Enterrar a los muertos

No sé cuándo el ser humano empezó a enterrar a sus muertos. Podría hacer una búsqueda en google y ser preciso, pero no pretendo escribir un texto académico ni riguroso. Tal vez esa costumbre la empezó el hombre de Cromagnon, o el homo erectus, supongo que sería anterior al homo sapiens sapiens. Entonces cuando alguien de la tribu fallecía lo enterraban. Tal vez lo hacían con intenciones religiosas y con él enterraban enseres suyos y algunas de sus pertenencias. Supongo que algunas cosas útiles se las quedarían los vivos, no son tontos. Entonces los humanos no tenían muchas posesiones porque eran generalmente nómadas, tenían las posesiones mínimas para desplazarse a través de kilómetros.

Enterrando a los cadáveres también evitaban que olieran, que molestaran, y de paso abonaban la tierra. También se ahorraban ver la putrefacción de la persona durante el tiempo que permanecían en los sitios.

Por eso veo importante enterrar tu pasado. Puedes recordarlo, pero rescatar los cadáveres de la gente que fue algo en tu vida sólo producirá hedor y ver el siniestro presente de lo que en su día fue vida, sonrisas y alegrías.

No es bueno arrastrar tu pasado. Deberías estar ligero de equipaje como esos Cromagnones que viajaban con lo mínimo y rodeados solamente de las personas importantes. Ellos eran más prácticos que nosotros. Ahora nosotros tenemos agregados en las redes sociales a personas que forman parte del pasado, con las que no hablas, y que son cadáveres de tu vida.

Tenemos muchos objetos de antaño, acumulamos recuerdos que nos impiden vivir en el presente. Y no todo el tiempo pasado fue mejor. Y si lo fue también es motivo para no recordarlo para no amargarte viendo la comparación.

Ahora debería acabar este texto con una frase ingeniosa y reflexiva sobre todo lo que acabo de decir. Pero no es el caso.

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