Ya soy oficialmente Licenciado

Os parecerá una tontería pero hoy es un día importante en mi vida. Ya me podéis llamar Licenciado.

Sé que llego tarde, pero nadie puede comprender lo mucho que significa esto para mí. Comencé esta aventura con mucha incertidumbre y hoy después de tanto tiempo he llegado a la meta de esta carrera sacando la nota máxima con el proyecto de final de carrera.

Parece que fue ayer cuando escribí esto: http://tierrafirme.blogia.com/2005/090501-decision.php

Entonces tomé la decisión más difícil de mi vida. Tenía un contrato fijo encima de la mesa después de haber estado trabajando durante más de un año para una empresa. Tenía la vida solucionada. Tenia un sueldo de más de mil euros al mes con el que podría haberme comprado de todo. Podría ahora haberme hipotecado y tener un coche, una casa, cinco guitarras, la mejor tele y el mejor ordenador del mundo. Pero el problema es que no me hubiese sentido realizado profesionalmente ni humanamente. Me hubiese convertido en una persona gris y, aunque no lo creáis, a mí las cosas materiales no me llenan lo más mínimo. Por eso, justo después de firmar el contrato que me solucionaría la vida, lo envíe todo a tomar por culo. No lo acepté. Decidí seguir mi propio camino, era sin duda el camino más difícil, pero era el mío y el que me mantendría, todavía, como una persona que no perdía la esencia ni el color.

Nadie comprendió mi decisión. Todo el mundo pensó que me había vuelto loco. Mucha gente no aprobó mi decisión. Mis padres se enfadaron. Ellos nunca quisieron que estudiara una carrera. Con 16 años les dije que quería estudia y su respuesta fue “tú eres un inútil, no sirves para estudiar, eres un vago”. Nunca creyeron en mí. Mi padre afirmaba que lo mejor para mi futuro laboral es que hiciese un curso de fontanería y me dedicara a arreglar tuberías ya que, según él, cobran mucho dinero. Hoy en día lo sigue creyendo. Pero todavía no ha comprendido que a mí el dinero me la trae floja y siempre me la traerá y que en mi filosofía de vida prefiero ganar un euro a gusto que veinte a disgusto. Yo no valoro a las personas por lo que tienen, las valoro por lo que son. Pero esa forma de valorar muchos todavía no la han entendido.

Pero entonces hubo alguien que sí creyó en mí: sobre todo yo mismo y otras dos pesonas que ya no están. Una de ellas era Marta, la cual no sé nada de ella desde hace tiempo. Y otra un viejo amigo que ya no está entre nosotros, Daniel Zamora, el que era bajista de Los Rodríguez, me animó a seguir adelante en mi decisión haciéndome ver y haciéndome saber que yo valía. Y lamento mucho no poder agradecerle lo que hizo por mí porque un día él decidió abandonar este mundo por su propio pie.

Finalmente me apunté a bachillerato. Salté un curso entero y entré directamente en segundo. Un año después tenía las notas finales. El inútil, el tonto, el vago, el que no servía para estudiar una carrera, sacó todas las notas con sietes, ochos, nueves y dieces. Se las enseñé a mis padres y por fin tomaron en serio mi decisión y me apoyaron.

No fue fácil entonces apuntarse a hacer segundo de bachillerato con 23 años, rodeado de adolescentes de 17 y 18 años. Pero estaba tan convencido de lo que hacía que todo aquello me daba igual. Lo hice con mucha ilusión y luchando contra las adversidades y haciéndolo lo mejor que sabía.

Los profesores me veían tan ilusionado que cuando a mitad de curso me dijeron que había un problema con mi matrícula y tenía que estar cursando primero de latín hablaron entre ellos, y acordaron, ajenos a toda la normativa vigente, que en el boletín sustituirían la nota de latín por la que sacase en literatura. Era como si todo el mundo estuviese a mi favor. En esos momentos comencé a creer que tal vez el farsante de Paulo Coelho tendría razón en que cuando quieres algo todo el universo se conspira para que lo logres.

Sé que he llegado al final bastante fatigado, por impulso y con cierta desilusión ante el futuro incierto que se avecina. Pero me siento realizado. He conseguido la licenciatura. He conseguido el título que quería. Sé que hoy en día eso no significa nada, sé que tener una carrera no es sinónimo de tener trabajo ni de nada parecido. Pero era mi un reto personal, el que me marqué desde aquel día que me volví loco y pensé que valía para algo más que para vende teléfonos móviles. Ahora no puede decirse que sepa mucho más. Me considero el mismo. He aprendido cosas técnicas de cine, radio, televisión y fotografía. Pero no me creo mejor por ello, simplemente estoy orgulloso de mí mismo, de haber seguido mi camino y me suelo poner como ejemplo de que si uno quiere puede hacer lo que se proponga. Les digo a todos los que empiezan que nadie debe marcar tu propio futuro, que uno mismo debe decidir su destino y buscar su propia historia personal.

No sé lo que me espera ahora. Tengo varías ideas en mente. Flotan en mi cabeza las ideas de ime a Valencia, Madrid o fuera de España. En su día yo escribí que yo quiero dedicarme profesionalmente a vivir de mi creatividad y me gustaría que me ayudasen a conseguirlo, no me gustaría haber recorrido todo este camino para terminar, como diría mi amigo Rafa Ezcritor (yo lo considero mi amigo y una gran influencia aunque él tampoco esté) con un trabajo de subhumano.

Debo recordar ese texto que escribí para no olvidarme nunca de quién soy. De lo contrario todo esto no habrá servido para nada.

Gracias Marta, gracias Daniel.
Os dedico este “éxito”.

ANEXO

Textos que escribí por aquel entonces: http://tierrafirme.blogia.com/2005/090901-no-venian-las-senales-a-por-mi-y-sali-a-buscarlas..php

Cuando dudaba sobre qué estudiar: http://tierrafirme.blogia.com/2006/062201--comunicacion-audiovisual-o-periodismo-.php

Cuando aprobé el bachillerato: http://tierrafirme.blogia.com/2006/060201-parte-oficial-de-guerra.php

Anécdotas que sucedieron en aquella clase de Bachillerato: http://tierrafirme.blogia.com/2005/122901-experiencias-vividas-en-clase.php

Cuando tenía miedo tras los primeras semanas de bachillerato: http://tierrafirme.blogia.com/2005/101101-sigo-la-estela.php

Es un placer recordar todo esto y saber que he finalizado.