Todavía nos preguntamos qué fue lo
que pasó. En mi casa nunca hemos creído en los espíritus. Las
historias de fantasmas siempre nos parecieron delirios de gente
trasnochada que buscaban algún tipo de protagonismo en medios de
comunicación. Muchas veces nos burlábamos de esos testimonios
cuando aparecían en televisión. Por lo tanto no es fácil contar
esto sin ser consciente de que muchos podrán pensar lo mismo que
pensábamos nosotros. Podrán creer que somos gente que se cree
cualquier cosa, gente que no ve el lado lógico y científico de las
cosas. Pero lo acepto, yo lo he hecho, y no les culpo. Así que yo
simplemente me voy a limitar a contar lo que sucedió sin importarme lo
que piense el lector.
-¡Que ya te he visto! ¡No te
escondas! -dijo mi padre.
Se río. Repitió que ya la ha visto,
que ya podía salir. Preguntó en voz alta si hoy había salido antes
del trabajo. Pero nadie contestó. Él se mosqueó. Se levantó y se
asomó al pasillo. Miró a un lado y a otro. Recorrió las
habitaciones. Pero nadie había entrado allí.
Por la noche nos lo contó. Comenzó a
decir de broma “hoy he visto un fantasma” y nos reíamos todos,
él también. Pero afirmaba que vio claramente que alguien se asomaba
al marco de la puerta y luego se escondía. Estuvimos bromeando sobre
eso. No le dimos más importancia y aunque el relato parecía muy
sincero simplemente se lo achacábamos a que ya estaba viejo, que
chocheaba y veía cosas raras. No se habló más de eso.
Llegó el jueves y mi madre habló
conmigo a solas. Me dijo que le había pasado algo muy raro esa
mañana. Parecía seria. Decía que cuando salió del cuarto de baño
abrió la puerta y vio una sombra ante ella. Una sombra con figura
humana que le hizo retroceder un paso del susto. Se quedó
impresionada. Decía que era una sombra oscura pero no era negra del
todo. Su primera reacción fue quedarse paralizada y atónita. Pero
no quiso darle importancia y armándose de valor salió hacia
adelante y atravesó esa sombra que antes de que ella se
acercara se diluyó y desapareció. Me lo dijo preocupada, pero
restándole importancia, dijo que tal vez pudo ser una alucinación,
como si no quisiese haber sido testigo de un fenómeno paranormal.
Finalmente mi padre se enteró de lo ocurrido y compartieron
impresiones y continuaron la broma. Daban por hecho que los dos
habían visto algo raro que se parecía mucho, pero que eso era
imposible, porque esas cosas no existen.
El sábado de esa misma semana ya
habíamos olvidado el tema. Yo me fui a dormir con el ordenador y me
puse a ver una película. Era tarde y me quedé dormido mientras la
veía, casi siempre me pasa, no es nada nuevo. Pero de pronto me
desperté, abrí los ojos, y vi a alguien al borde de mi cama. Salté
de la cama hacia atrás, la luz de la pantalla del portátil sólo
alumbraba una parte baja y no miré hacia arriba. Pensé que era mi
padre y comencé a gritar: “¡Papá! ¿Por qué me das estos sustos
y entras sin avisar?”. Me reincorporé, encendí la luz. Pero no
había nadie. Me quedé aturdido. Después de lo mucho que se me
había acelerado el corazón no vi a nadie. Mi pulso seguía
a mil por hora. ¿Qué había visto? ¿Quién me estaba mirando desde
el borde de la cama desde arriba como si me vigilara? ¿Estaría
soñando? No, no podía estar soñando, ya había abierto los ojos.
¿Sería que todavía estaba soñando cuando abrí los ojos? ¿Y por
qué nunca antes me había pasado algo así si era algo normal? Esas
y mil preguntas más me hice mientras me calmaba
mirando todo a mi alrededor como si no comprendiese nada.
Tarde bastante rato, tal vez media
hora, en asociar ideas. Ni siquiera se me había pasado por la cabeza
la posibilidad de que a mí me estaba pasando lo mismo que a mis
padres y que tal vez yo también había sido testigo de un fenómeno
extraño sin explicación.
Lo comenté con ellos y nos hicimos las
mismas preguntas. ¿Qué había pasado? Cada uno asumíamos por
nuestro lado que algo raro habíamos visto en el periodo de una
semana. ¿Tal vez era una casualidad macabra? Puede ser. ¿Tal vez
habíamos estado sugestionados por los testimonios de los demás y
nos había influído en el subconsciente para visualizar cosas? Puede ser,
aunque yo, personalmente, lo viví muy intensamente. ¿Tal vez sólo
hayan sido unas simples quimeras sin sentido como cuando crees que el
teléfono ha sonado o te ha vibrado y en realidad no ha llamado
nadie? Pues también, no lo descartamos.
Pero lo realmente casual fue que todo
eso nos sucediera a los tres en la misma semana.
Y es cuando mi madre nos confesó que
quería contarnos algo. Se había enterado de algo pero no nos lo había
dicho para no preocuparnos y para que no empezáramos a asociar
ideas, pero se sentía en la obligación de decirlo. La cuestión es
que se enteró que esa misma semana había fallecido la
antigua propietaria del piso. Aquella que compró el piso treinta
años antes y que luego vendió a mis padres.
La noticia nos dejó helados. Sería
más fácil creer que todo aquello fue fruto de la casualidad, que
todo ha sido una coincidencia macabra y ya está. Pero todos los
vivimos como algo muy real.
Podría creer que, en efecto, todo
fueron un conjunto de casualidades que nos pasaron en el mismo periodo
de tiempo a tres personas distintas pero, sinceramente, me resulta
improbable. Lo más sencillo, para mí, es creer que algo raro pasó.
¿Tal vez aquello tan sólo quería
despedirse de la que fue su casa antes de marcharse a otra dimensión?
¿Nos estuvo visitando su espíritu? No se sabe... y nunca lo
sabremos, aquellos fenómenos que vivimos durante esa semana,
afortunadamente, nunca volvieron a repetirse.
Tan sólo añadir, por si a alguien le queda la duda, es que este relato es absolutamente real.
ResponderEliminarQué miedo. Con lo poco que me gustan a mí los sustos.
ResponderEliminarMuy interesante experiencia, gracias por tener la honestidad y el valor de compartirla. Es curioso, porque el fenómeno tal como lo describes obedece a características mil veces observadas y vividas por innumerables testigos a lo largo del tiempo. El hecho de ver sombras, siluetas sombreadas, particularmente en el dormitorio a los pies de la cama. La realidad y la mente humana tienen mil aristas, pero yo pienso que se trata de un fenómeno objetivo. Tal vez con el tiempo lleguemos a comprender plenamente de qué se trata. ¡Un saludo!
ResponderEliminarYo he tenido 2 fenómenos extraños esta semana, voces y caídas de objetos, de lo que sea si es por algo así os comento!
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