sábado, 18 de mayo de 2024

Así que era esto ser adulto



Así que era esto ser adulto. De pequeño siempre me preguntaba cómo sería mi vida de adulto, me imaginaba a mí mismo con un trabajo, una mujer, unos hijos, una casa y un coche. Por entonces no sabía lo que quería, sólo me imaginaba siendo un tipo responsable y con sus obligaciones. 

Siempre que me preguntan cómo va la vida les digo que va tranquila, muy tranquila. Aquí no pasan cosas extraordinarias, estoy aislado del mundo, sólo estoy conectado a internet para informarme de lo que pasa en el mundo y para ver partidos de fútbol. 


No me molesta llevar una vida así, pero a veces echo de menos la vida agitada de Madrid, eso de tener un plan cada día, algún evento cultural, gente con la que quedar y eso tenía su encanto pero era también agotador. 


Ahora estoy en una zona segura, en la zona de confort de mi vida, haciendo lo que me gusta y sin complicarme. He estado escribiendo junto a dos compañeros del máster el guion de una película que nos compró una productora. Y la verdad es que estamos muy ilusionados con ello, pero también somos conscientes de que es muy difícil que se materialicen proyectos así. Pero tenemos fe, y ponemos las velas a todos los santos que conocemos para que salga adelante.


También estuve trabajando en un estudio de arquitectura de responsable de comunicación, fue una experiencia muy gratificante y por primera vez en mucho tiempo sentía que tenía un trabajo de lo que me gustaba hacer. No es sencillo, pero es apasionante resolver los problemas que se te presentan en el día a día y ser creativo a la fuerza.


A veces me quejo de la soledad, pero pocas veces me siento realmente solo, algunos amigos están en la distancia pero tenemos un contacto muy frecuente por apps de mensajería y es un modo de que estén presentes en tu vida. Pero a veces extrañas tener un hogar que no parezca una cárcel. Cuando subo la escaleras de casa y huelo a comida sé que nunca va a proceder de mi casa y quizás ese es el perfecto ejemplo de lo que es la soledad.


Pero no todo son cosas malas. Esto te da una paz y una tranquilidad infinitas. Eres el dueño de tu espacio, de tu mundo, de tus manías y de tu tiempo sin que nadie moleste, sin tener que dar explicaciones a nadie, salvo a ti mismo.


A veces me pregunto si soy una persona herida. Porque a veces a los animales heridos la menor caricia les hace daño. Yo creo que estoy sano, que me he curado de todas mis heridas pasadas, pero ahora soy yo el que elige qué tipo de daño quiero hacerme y hasta dónde soporto el umbral del dolor. Hago experimentos conmigo mismo y me pongo a prueba. Debo reconocer que he estado aprendiendo muchísimo de mí, de lo que quiero, de lo que soy y de a dónde quiero llegar. 


Aprecio mucho cada enseñanza, cada palabra llena de contenido, cada gesto de cariño y las pequeñas cosas que me brinda la vida. Hago un ejercicio diario de mencionar tres cosas buenas que me hayan pasado en el día y la verdad que haciendo el repaso me doy cuenta de que disfruto mucho de las pequeñas cosas, de la compañía y de lo que como. Encuentro un sentido bonito y lleno de amor en cada acción que hago y eso me llena.


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