Cospedal dijo hace unas semanas que su
partido nunca había cedido a ningún chantaje y que tampoco lo iban
a hacer ahora. Era de esperar una reacción así, pero la afirmación
sorprende por confirmar lo que es un hecho: el PP está siendo
chantajeado por su anterior tesorero Luís Bárcenas. Pero lo que todos
nos preguntamos es ¿cuál es el chantaje? ¿qué pide a cambio?
¿ayuda? ¿o bien quiere un indulto? Sorprende que pida algo así
porque si todavía no le han juzgado no pueden darle ningún apoyo ni
pueden indultarle.
Parece que Bárcenas está ejerciendo
todo el poder que ha ido acumulando durante todo este tiempo y está
poniendo en jaque a todos sus excompañeros. Cada declaración que
hace Cospedal sale refutada poco tiempo después por alguna
información en la prensa. Lo último ha sido un buen golpe: los
“contratos simulados en diferido” de Cospedal han resultado ser,
simple y llanamente, que todavía tenían en nómina a Bárcenas
hasta finales de Enero. El problema de todo esto es que lo han
ocultado hasta el límite. Anteriormente salían negando que tuviese
despacho y que usase el coche oficial pero al final
todo eran mentiras sobre mentiras y ya no saben la que les puede caer
encima.
Sin duda la estrategia del PP es clara:
aguantar el chaparrón; modalidad en la que Rajoy es especialista ya
que es, como dijo José María García: “un político que por donde
pasa ni mancha ni limpia. No se moja ni debajo de la ducha”. Y así
sigue: sin tomar una determinación ni para cesar a Ana Mato que,
culpable o no, ha demostrado ser una incompetente que no sabe ni qué
coches entran y salen en su casa ni quién paga las fiestas de
cumpleaños ni el confeti de sus hijos.
En el PP saben que con una fotocopia va
a ser muy difícil de demostrar que esas contabilidades fueran
verdad. Pero aunque no sean condenados pueden tener hipotecado su
futuro político y laboral porque ya no tienen credibilidad. Puede
que salgan de todo esto no culpables, tendrán a los mejores abogados
de España trabajando para ello, pero que no salgan culpables no
significa que puedan seguir legitimados para continuar en sus cargos,
por lo que no es descabellado pensar que todo esto pueda terminar en
unas elecciones anticipadas.
Ahora Cospedal insiste en repetir que
no cederán al chantaje, pero hace mal comparando este chantaje con
el que le hacían anteriormente los terroristas. Antes hacían muy
bien en no ceder al chantaje porque los que matan pierdían toda la
razón con sus actos. Además, de algún modo ese chantaje les
convertía en mártires y eso les proporcionaba más votos porque se consideraban héroes y después hacían la fácil división
entre demócratas y terroristas. “Los que no luchan
democraticamente se dedican a matar” y eso motivaba a muchos para
votarles. Pero el chantaje de ahora es mucho peor para los intereses
de partido. Bárcenas posee información privilegiada y con sus
declaraciones puede hacer saltar por los aires al partido entero.
Está chantajeando nada más y nada menos que con la verdad. Y a
veces el arma más mortífera que existe es usar la verdad como forma
de violencia.
Lo único esperanzador es que todo esto
se destape y estalle por los aires. Debemos confiar en que salgan
todos los trapos sucios, que el PP reconozca la financiación ilegal
y que se modifiquen las leyes para controlar sueldos públicos,
financiaciones de partidos y se endurezcan las penas y los controles
sobre cargos públicos. Si esto estalla puede que se mejore en
transparencia, que avancemos hacia un control exhaustivo de las
cuentas públicas y de todas las personas que reciben dinero
público. Recordemos que la nada desdeñable cifra de 22 mil euros al
mes que recibía Bárcenas hasta el pasado mes provenía en su
mayoría de dinero público y esto ocurre mientras están recortando
en las necesidades más básicas, que mientras estábamos en periodo
de recesión, mientras se congelaban salarios y pensiones Rajoy se aumentó el sueldo. Hay que recordarles que no pueden exigir a los
demás lo que ellos mismos no están dispuestos a dar.
Pero... ¿Recapacitarán y se inmolarán
ellos mismos? Lo dudo, del único modo en el que esto puede mejorar
es si la justicia actúa, y hoy en día les están poniendo muchas
trabas con recortes para que se esclarezca todo.
El otro lado
Supongamos que todo es mentira y que
(como dicen en el PP) esos papeles son una farsa (aunque ya se ha
demostrado que algunos de los pagos son ciertos). ¿Por qué el
diario El Mundo y El País se enfrascarían en esta aventura? ¿Por
qué iban a modificar unos papeles y apuntar datos reales alternados
con datos falsos para perjudicar al gobierno? ¿Para acabar con el
PP? ¿Para que vuelva Esperanza Aguirre a primera línea política?
¿Para que el PSOE gane las elecciones? (aunque es imposible porque
parece un partido casi disuelto que ni siquiera aumenta en intención
de voto en plena crisis del PP) ¿Por qué iban a dar por válida una
información falsa? ¿Es que alguien se va a jugar su prestigio
profesional diciendo que el tema de los sobres está confirmado por
cinco fuentes distintas siendo falso? Sinceramente, me cuesta creer
en la teoría de la conspiración con la que se está defendiendo el
PP, me resulta mucho más fácil creer, debido a la obviedad, que en todo esto hay algo cierto y
que todos los partidos están de estiércol hasta las trancas.
Eres la polla escribiendo!!
ResponderEliminar