miércoles, 13 de marzo de 2013

Chavez, ¿Héroe o Villano?


La opinión está dividida. En la figura de Chávez recaen miles de filias, de fobias, de esperanzas y de pesimismos. Es alguien odiado y querido casi por partes iguales. Los que lo aman dicen que todos aquellos que lo odian son unos ignorantes, imperialistas, que no pueden reconocer las cosas buenas que ha hecho por Venezuela. Sin embargo sus opositores más acérrimos dicen exactamente lo mismo, que quienes lo aman son unos ignorantes y no pueden ver el mal que ha hecho a Venezuela.

Cuando una persona suscita tanta controversia es, posiblemente, porque realmente ha hecho muchas cosas buenas y malas. Lo ideal para ambos bandos sería poder reconocer las cosas sin que por ello nos rasguemos las vestiduras, así que... ¿Por qué no hacer un ejercicio de sensatez escuchando los porqués de unos y otros?


Chávez ha hecho cosas buenas que son incuestionables, ha alfabetizado a casi toda la población de Venezuela, ha conseguido un sistema de pensiones que ha sacado de la miseria de los desfavorecidos y ha conseguido uno de los principales objetivos que se marcó: que ningún venezolano pase hambre.

No creo que nadie, sea de la ideología política que sea, puede negar este hecho. Tampoco creo que nadie piense que esto no es gran logro porque, además, está demostradopor distintos organismos internacionales.

También dio nombre y documentos a más de dos millones de personas que ni siquiera estaban censadas, no existían y, por lo tanto, no tenían derecho a la educación, ni a la sanidad y ni siquiera a votar. El gobierno solucionó todo eso. Consiguió darles una identidad y, además, pudo darles una sanidad, todavía precaria, pero gracias a los acuerdos con Cuba, en los que se hicieron convenios de sanidad a cambio de petróleo, eso se ha mejorado. El propio Eduardo Galeano destaca eso.

Pero... ¿por qué muchos lo critican? ¿Por qué lo consideran un dictador pese a que haya llegado al gobierno democraticamente?

No voy a caer en el cansino argumento de siempre. No voy a decir que a Hitler también lo eligieron democraticamente. Hay miles de razones mejores para denostar la democracia. El problema de todo esto recae no en la política de Chávez, que es discutible, sino en la persona de Chávez y sus formas.

A Chávez se le acusa de ser un militar que trató de hacerse el poder mediante un golpe de estado. Eso pesa mucho en su historial y sus detractores no le perdonan que en un principio quiso hacerse con el poder de este modo.

Luego alcanzó el poder y se aferró a él durante catorce años. Para ello tuvo que modificar la constitución de Venezuela, ya que sólo permiten a los presidentes presentarse durante dos elecciones, y tras perder una vez, volvió a insistir para conseguir su objetivo. Parece ser que no paró con ese intento de perpetuarse hasta que lo consiguió.

También cerró varios canales de televisión, con pretextos bastante dudosos como acusarles de golpistas. O presionan a los dirigentes de canales de televisión hasta que venden sus cadenas. De hecho esta semana se confirmó que se va a cerrar el último canal de televisión que era frontalmentecrítico con el gobierno.

No creo que en una buena democracia se deban cerrar televisiones. A mí me gusta que haya pluralidad, diversas opiniones y que todos tengan la oportunidad de pronunciarse sin que venga ningún gobierno, ni de izquierdas ni de derechas, a prohibirles decir lo que quieran (Siempre y cuando no incurran en el delito).

Además, Chavez era muy autoritario con la prensa. Gente que ha tratado con ella así lo confirma y así lonarra.

Pero con el tiempo se antepuso el personaje a la ideología, y es ahí cuando llegan los problemas de mitificación. Si se habla de “chavismo” en vez de socialismo, revolución, lucha obrera ya el hombre se está convirtiendo en un megalómano, egocéntrico e histriónico. Puede ser campechano, cercano, tener formas políticamente incorrectas, pero puede ser de los que sean así y lo hacen bien, y los que sean así y lo hagan mal, como es el caso. Cuando un presidente hace un programa de televisión a modo de videoblog es realmente preocupante. Que sí, que los occidentales lo hacen de otro modo más sutil, pero no justifica las malas formas de Chavez con los medios. Utilizó el derecho que tienen los presidentes de Venezuela para usar todos los canales de televisión para emitir ciertos comunicados demasiadas veces y durante horas, y después de hacerlo dijo que estaría dispuesto a hacerlo durante 24 horas para que “aprendan”.

¿Os imagináis algo así en este país? A mí personalmente las cadenas sesgadas como La Sexta o Intereconomía me parecen una vergüenza para el análisis político. Pero al menos la población es libre de elegir quién quiere que le manipula (excepto HispanTV de Irán, que no le concedieron licencia para emitir) y viendo las cosas de un bando y otro uno puede formarse mejor sus ideas. Pero si eliminas a una de esas partes no existe periodismo real, y si aquí hubo algo que se le pareció fue en Televisión Española en los últimos años, manipulaban, sí, pero al menos lo hacían de una forma crítica, analítica y ciñéndose a criterios absolutamente profesionales. Por eso ahora todo el mundo reclama que vuelva la anterior TVE y se han creado plataformas para denunciar la manipulación actual.

¿Por qué hay más gente que lo critica? Algunos hablan de que el país ha entrado en una escalada de violencia sin precedentes. Así como han aumentado las tasas de universitarios también han aumentado las tasas de criminalidad y de contrabando de armas. Los robos y los asaltos son una realidad preocupante en el país. Por suerte tengo el testimonio directo de un amigo venezolano que huyó del país cansado de la inseguridad. Entraron cinco veces en su cibercafé y le robaron, encañonándole con una escopeta en la cara. Y se acabó cansando de la inseguridad, de la criminalidad y del miedo ante la pasividad de las autoridades que están corruptas, porque los cargos se eligen en función a si perteneces al partido que gobierna o no.

También me comentó que a muchos obreros les obligaron a votar a Chavez, bajo la supervisión de todos sus jefes chavistas, como hacían los antiguos caciques. Si no lo hacían, o si no iban a sus manifestaciones para manifestarse a favor se enfrentaban nada menos que a quedarse sin trabajo. Ahora muchos podrían decirme que es mentira, pero cualquiera que haya tenido la oportunidad de hablar con algún venezolano no fanático, crítico y analítico (o simplemente que la política se la repampinfla) le ha podido contar muchos casos de estos.

Por otro lado, el doble juego que ha hecho Chavez siempre ha sido un poco absurdo para los que veíamos cómo funcionaba. El juego consistía en acusar a los EEUU de imperialistas y tenía un discurso duro contra ellos. Les amenazaba con cortar el grifo del petróleo desde sus programas de televisión, de cara al público hacía la monserga de siempre y decía que eran muy malos, imperialistas, capitalistas y todo lo que él quisiera (y estoy completamente de acuerdo, todo el mundo sabe lo que son). Pero era todo un doble juego, porque jamás se atrevió a cortar el grifo de verdad ya que eso era lo único que le mantenía en el poder. Venezuela le vendía su petróleo a EEUU y gracias a eso tenía unos ingresos extraordinarios. Si en algún momento hubiesen querido dejar de hacerlo no sería nada difícil para los EEUU quitarse ese grano en el culo con unos simples bombardeos, una matanza sistemática de todos sus dirigentes o organizando un golpe de estado sólo pagando y armando a opositores. Venezuela sólo podía competir con EEUU dialecticamente, pero económicamente nunca dejó de ser un país dependiente de EEUU a los que les vendía el petróleo a buen precio. Mientras hacía sus teatros con sus sentencias “aquí huele a azufre”, por debajo de la mesa estrechaban las manos y seguían con sus acuerdos económicos. Una farsa para el pueblo, pero muchos se creyeron esa vergonzosa escenificación.

Gracias a esos ingresos procedentes del petróleo Chavez pudo mejorar un país, dar pensiones, sanidad y educación. Lo cual es muy bueno, por fin el país empleaba sus recursos naturales para hacer que la población viva bien. Pero siendo uno de los países con mayor exportación de petróleo debería ser lógico que sus ciudadanos vivan bien al igual que lo hacen en Arabia Saudi, Dubai, Libia y países similares, donde ni siquiera la gente local trabaja, tiene pagas del petróleo y los trabajos sucios los hacen extranjeros.

¿Se puede justificar todo esto sólo porque sea un hombre de izquierdas que ha hecho mucho bien por la nación? A mi juicio no. Me quedo con sus cosas buenas, pero critico sus cosas malas. A mí me gustaría que mi país fuese petrolero y pudiese pagar educación, sanidad y pensiones a todo el mundo. Pero no es el caso. Tendremos que vivir de otro tipo de ingresos y otro tipo de exportaciones, si es que se puede recuperar el país después de la fiesta del ladrillo. Sé que no vivimos en el paraíso, hay mil cosas malas aquí, pero no quisiera exportar unas formas de un presidente así para esta nación.

Pero ahora, a decir verdad, lo lógico en un país como Venezuela es que ganen los chavistas. La oposición representa el odio irracional y la pijería más obscena de los señoritos venezolanos, es lógico que la población no se identifiquen en ellos salvo los que se quieran sacar de encima todo lo que representa la opresión. Henrique Capriles es la derecha rancia, la que es incapaz de reconocer nada bueno del socialismo y a los que les gustaría que Venezuela volviese a tener petróleo privado para bolsillos privados.

Creo que lo mejor para Venezuela es que continúe con sus políticas, pero sin el personaje de Chavez, es una bendición que se haya muerto su líder si así así se anteponen las ideas antes que la persona, pero es un reto para los Venezolanos que puedan continuar con políticas sociales sin caer en la radicalización y sin acciones dignas de las dictaduras. El bien y el mal es universal, y en Chavez se pudo reflejar lo mejor y lo peor del ser humano y de la política: El bien para el pueblo y el recorte de libertades. Ahora lo ideal para ellos es que reconozcan qué han hecho mal y traten de mejorarlo.

Me gustaría que alguien aquí tuviese la voluntad política de hacer cosas por el bien de todos para mejorar el país, alguien como Chavez, pero sin todo lo malo de Chavez. El fin no siempre justifica los medios, o mejor dicho: el fino no justifica que se cierren los medios (de comunicación).

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