domingo, 1 de septiembre de 2024

El pasado no es un lugar seguro


Siempre he pensado que te podrías enamorar de una persona sólo viendo dónde vive, su habitación, su mundo, su lugar seguro. A mí me gustaba pasar horas y horas en casa de Beatriz. Su habitación era nuestro refugio. Cuántas tardes habíamos pasado acostados en la cama, mirando al techo, divagando, haciendo planes, filosofando y fumando.